Carta completa del Partido Republicano declarándose opositor al Gobierno de Piñera
La siguiente carta fue escrita por José Antonio Kast a nombre del Partido Republicano con el fin de expresarle al presidente de Chile, Sebastián Piñera, que como Partido Republicano serán oposición al Gobierno. A continuación, se muestra la carta completa que fue enviada a La Moneda.
Estimado señor presidente:
Luego de más de un mes sin respuesta de la solicitud de reunión formal con usted para poder presentarnos como directiva del Partido Republicano y hacer algunos planteamientos formales, nos vemos en la obligación —por la urgencia de los graves hechos de violencia que ocurren en el país— de entregarle una serie de propuestas en materia económica, institucional y de orden público que esperamos tenga en consideración de cara a los desafíos que va a enfrentar en los próximos meses.
Lamentamos que, a pocos días de cumplir los dos años de su mandato, no haya tenido la deferencia ni la disposición republicana de recibir a un nuevo partido político que, luego de un largo proceso de recolección de firmas, inscripción y validación de las mismas, cumple con todos los requisitos formales para incorporarse a la institucionalidad política del país y convertirse en un actor válido frente a la ciudadanía. Particularmente, creemos que su falta de consideración no tiene justificación alguna, en la medida en que ha abierto las puertas de La Moneda para recibir a todos los partidos políticos, partidarios y opositores a su Gobierno, otros actores sociales y gremios de escasa representatividad, a quienes les ha dado espacio en mesas de discusión, en instancias de conversación y otros actos meramente formales de su administración.
Pero lo que más molesta, desde el sector que nosotros representamos, es la falta de visión política que ha tenido este Gobierno, y en particular usted como presidente, a la hora de considerar a miles de chilenos que votaron por usted y lo apoyaron con responsabilidad en la segunda vuelta de diciembre de 2017. Luego de los desastrosos resultados de la primera vuelta electoral, nos pusimos a disposición de su campaña presidencial y en menos de 30 minutos estábamos reunidos para poder empezar a trabajar en el desafío de la segunda vuelta. Personalmente, al día siguiente empecé a recorrer el país de Arica a Punta Arenas y estuve, a diferencia de muchos que hoy lo acompañan, trabajando hasta el mismo día de la elección como apoderado de mesa, al igual que miles de adherentes que en todo Chile defendieron hasta el último voto en esa elección por usted.
Nosotros, como bien recordará, no le exigimos nada a cambio: ningún cargo, designación o condicionamiento. Solo le pedimos que defendiera con fuerza las convicciones comunes que teníamos y que gobernara para todos los chilenos, con especial énfasis en el programa que había comprometido en campaña y con las ideas con las que cautivó a la mayoría de los chilenos que lo llevó de regreso a La Moneda.
Sin embargo, la realidad ha sido otra. Este Gobierno ha dilapidado su capital político y se ha rendido frente a las ideas de izquierda que tanto daño le hacen al país. La promesa de tiempos mejores ha sido un fraude monumental, y en vez de progreso y seguridad, los dos años de su Gobierno han significado un enorme retroceso económico, social, institucional y político para el país. Como resultado de su mandato, el Chile del 2020 es más pobre, más inseguro y tiene peores perspectivas de futuro que hace dos años atrás y el daño que su liderazgo le hace al país y a sus instituciones nos ha llevado a la peor crisis política y económica que haya visto el país en los últimos 50 años.
Como si no bastara con este dramático escenario, su disociación de la realidad lo ha llevado no solo a comprometer los grandes avances que hemos tenido en los últimos 30 años, sino que a hipotecar el futuro de millones de chilenos con la apertura de un proceso constitucional que, partiendo de una hoja en blanco, nos puede llevar al desenlace de una Asamblea Constituyente como la que destruyó a Venezuela, Ecuador o Bolivia. Bajo el falso argumento de que era una demanda ciudadana, usted faltó a su deber como presidente de la República y cedió a las amenazas de una minoría violenta y chantajista, interpretada por políticos oportunistas, instaurando un proceso constitucional inédito en un país que precisamente ha basado su éxito y progreso reciente gracias a las bases de esa Constitución.
Hoy, luego del evidente fracaso de su Gobierno, la ausencia del Estado de Derecho y el descontrol del orden público en cientos de lugares del país, la inminente crisis económica y de desempleo que está afectando a cientos de miles de chilenos, la desbordada situación fiscal y la adopción de medidas que se alejan del ideario económico y social que prometimos defender, y la nula capacidad para acoger los planteamientos y propuestas de quienes lo apoyamos en segunda vuelta y fuimos engañados por su desastrosa gestión. Como Partido Republicano nos declaramos, oficialmente, en oposición a este Gobierno y rechazamos el itinerario constitucional que usted ha definido como solución a los problemas de Chile y que su Gobierno ha promovido como respuesta a la crisis de violencia que vive Chile.
En los próximos meses, nos abocaremos a colaborar con la campaña del Rechazo a la Asamblea Constituyente, y a convocar a millones de chilenos a defender al país del asedio de la izquierda radical y los violentistas que lo quieren destruir. Nos opondremos a cada uno de los proyectos de ley que sigan concediendo terreno a las ideas de izquierda y que vayan en contra de la libertad, la igualdad de oportunidades y perjudiquen a los trabajadores y emprendedores de Chile. Alzaremos la voz en contra de cada medida fallida de este Gobierno y denunciaremos con fuerza los actos de ineficiencia, corrupción y poco criterio que afectan a esta administración.
Tenemos la más firme convicción de que este paso político que estamos dando no es una renuncia a nuestras ideas, sino un acto esencial de ratificación de las mismas. No somos nosotros los que nos hemos alejado de la derecha, sino usted y parte de la coalición que lo respalda, quienes han capitulado sus principios y convicciones frente a la izquierda y han abandonado a sus electores. El compromiso electoral de 2017 ha sido severamente violentado y todos quienes lo suscribimos para evitar el triunfo de la izquierda, hemos sido liberados de él, al ver que esa misma izquierda es la que ha triunfado en imponer sus ideas y convicciones en este Gobierno.
Por el bien de Chile, esperamos que tome en cuenta nuestras propuestas y vuelva a retomar el rumbo perdido por el cual transita nuestro país. Sin duda, es una hora muy difícil para nuestra patria y los actos de violencia y caos que vivimos día a día, nos obligan a convertirnos en protagonistas de las soluciones y a tomar todos los riesgos que sean necesarios para salvar el país que tanto queremos y que tanto nos ha costado construir entre todos.
Atentamente, Partido Republicano.
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Estimado señor presidente:
Luego de más de un mes sin respuesta de la solicitud de reunión formal con usted para poder presentarnos como directiva del Partido Republicano y hacer algunos planteamientos formales, nos vemos en la obligación —por la urgencia de los graves hechos de violencia que ocurren en el país— de entregarle una serie de propuestas en materia económica, institucional y de orden público que esperamos tenga en consideración de cara a los desafíos que va a enfrentar en los próximos meses.
Lamentamos que, a pocos días de cumplir los dos años de su mandato, no haya tenido la deferencia ni la disposición republicana de recibir a un nuevo partido político que, luego de un largo proceso de recolección de firmas, inscripción y validación de las mismas, cumple con todos los requisitos formales para incorporarse a la institucionalidad política del país y convertirse en un actor válido frente a la ciudadanía. Particularmente, creemos que su falta de consideración no tiene justificación alguna, en la medida en que ha abierto las puertas de La Moneda para recibir a todos los partidos políticos, partidarios y opositores a su Gobierno, otros actores sociales y gremios de escasa representatividad, a quienes les ha dado espacio en mesas de discusión, en instancias de conversación y otros actos meramente formales de su administración.
Pero lo que más molesta, desde el sector que nosotros representamos, es la falta de visión política que ha tenido este Gobierno, y en particular usted como presidente, a la hora de considerar a miles de chilenos que votaron por usted y lo apoyaron con responsabilidad en la segunda vuelta de diciembre de 2017. Luego de los desastrosos resultados de la primera vuelta electoral, nos pusimos a disposición de su campaña presidencial y en menos de 30 minutos estábamos reunidos para poder empezar a trabajar en el desafío de la segunda vuelta. Personalmente, al día siguiente empecé a recorrer el país de Arica a Punta Arenas y estuve, a diferencia de muchos que hoy lo acompañan, trabajando hasta el mismo día de la elección como apoderado de mesa, al igual que miles de adherentes que en todo Chile defendieron hasta el último voto en esa elección por usted.
Nosotros, como bien recordará, no le exigimos nada a cambio: ningún cargo, designación o condicionamiento. Solo le pedimos que defendiera con fuerza las convicciones comunes que teníamos y que gobernara para todos los chilenos, con especial énfasis en el programa que había comprometido en campaña y con las ideas con las que cautivó a la mayoría de los chilenos que lo llevó de regreso a La Moneda.
Sin embargo, la realidad ha sido otra. Este Gobierno ha dilapidado su capital político y se ha rendido frente a las ideas de izquierda que tanto daño le hacen al país. La promesa de tiempos mejores ha sido un fraude monumental, y en vez de progreso y seguridad, los dos años de su Gobierno han significado un enorme retroceso económico, social, institucional y político para el país. Como resultado de su mandato, el Chile del 2020 es más pobre, más inseguro y tiene peores perspectivas de futuro que hace dos años atrás y el daño que su liderazgo le hace al país y a sus instituciones nos ha llevado a la peor crisis política y económica que haya visto el país en los últimos 50 años.
Como si no bastara con este dramático escenario, su disociación de la realidad lo ha llevado no solo a comprometer los grandes avances que hemos tenido en los últimos 30 años, sino que a hipotecar el futuro de millones de chilenos con la apertura de un proceso constitucional que, partiendo de una hoja en blanco, nos puede llevar al desenlace de una Asamblea Constituyente como la que destruyó a Venezuela, Ecuador o Bolivia. Bajo el falso argumento de que era una demanda ciudadana, usted faltó a su deber como presidente de la República y cedió a las amenazas de una minoría violenta y chantajista, interpretada por políticos oportunistas, instaurando un proceso constitucional inédito en un país que precisamente ha basado su éxito y progreso reciente gracias a las bases de esa Constitución.
Hoy, luego del evidente fracaso de su Gobierno, la ausencia del Estado de Derecho y el descontrol del orden público en cientos de lugares del país, la inminente crisis económica y de desempleo que está afectando a cientos de miles de chilenos, la desbordada situación fiscal y la adopción de medidas que se alejan del ideario económico y social que prometimos defender, y la nula capacidad para acoger los planteamientos y propuestas de quienes lo apoyamos en segunda vuelta y fuimos engañados por su desastrosa gestión. Como Partido Republicano nos declaramos, oficialmente, en oposición a este Gobierno y rechazamos el itinerario constitucional que usted ha definido como solución a los problemas de Chile y que su Gobierno ha promovido como respuesta a la crisis de violencia que vive Chile.
En los próximos meses, nos abocaremos a colaborar con la campaña del Rechazo a la Asamblea Constituyente, y a convocar a millones de chilenos a defender al país del asedio de la izquierda radical y los violentistas que lo quieren destruir. Nos opondremos a cada uno de los proyectos de ley que sigan concediendo terreno a las ideas de izquierda y que vayan en contra de la libertad, la igualdad de oportunidades y perjudiquen a los trabajadores y emprendedores de Chile. Alzaremos la voz en contra de cada medida fallida de este Gobierno y denunciaremos con fuerza los actos de ineficiencia, corrupción y poco criterio que afectan a esta administración.
Tenemos la más firme convicción de que este paso político que estamos dando no es una renuncia a nuestras ideas, sino un acto esencial de ratificación de las mismas. No somos nosotros los que nos hemos alejado de la derecha, sino usted y parte de la coalición que lo respalda, quienes han capitulado sus principios y convicciones frente a la izquierda y han abandonado a sus electores. El compromiso electoral de 2017 ha sido severamente violentado y todos quienes lo suscribimos para evitar el triunfo de la izquierda, hemos sido liberados de él, al ver que esa misma izquierda es la que ha triunfado en imponer sus ideas y convicciones en este Gobierno.
Por el bien de Chile, esperamos que tome en cuenta nuestras propuestas y vuelva a retomar el rumbo perdido por el cual transita nuestro país. Sin duda, es una hora muy difícil para nuestra patria y los actos de violencia y caos que vivimos día a día, nos obligan a convertirnos en protagonistas de las soluciones y a tomar todos los riesgos que sean necesarios para salvar el país que tanto queremos y que tanto nos ha costado construir entre todos.
Atentamente, Partido Republicano.
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